MIRANDO AL
CIELO. ( 21/04/2017 ) ASTURIAS.
Desde la
indignación y la impotencia escribo
estas palabras.
Hoy cuesta
respirar, el horizonte es gris, difuminado. Llevamos algún tiempo asistiendo a
quemas incontroladas de nuestros montes, a la aparición de lobos, osos abatidos
o envenenados y me pregunto ,hasta donde una sociedad moderna, y civilizada
debe tolerar estas conductas .
La sociedad en
general se esfuerza en concienciar sobre la importancia de la conservación del
medio ambiente, valor que nadie en su sano juicio puede cuestionar. Educamos a
nuestros hijos en ello, las administraciones invierten recursos importantes y algunas personas contribuyen altruistamente a esta labor. Nos hemos datamos
de normas protectoras ,reguladoras que todos estamos obligados a respetar
pero , proliferan estas conductas
intolerables desde todo punto de vista.
Humanamente es execrable, prender una cerilla,
dejar un cebo envenenado o descerrajar un tiro en la impunidad de un medio que
se pretende destruir. Se nos priva al resto, de su imprescindible presencia como
elementos reguladores y regeneradores del medio que nos permite sobrevivir.
Económicamente inmorales , más en los
tiempos de crisis que nos toca
vivir. Cuantos recursos públicos, impuestos de los
contribuyentes en definitiva , despilfarrados con estos actos.
Socialmente
profundamente irrespetuosos y antidemocráticos en cuanto al deprecio de la ley
y lo que está significa , como expresión de la voluntad popular.
Jurídicamente,
conductas tipificadas y sancionadas ,
por lo tanto estos personas que realizan estos actos son infractores, delincuentes
y como tales tienen que ser tratados.
No permitamos
que están conductas se intenten justificar de alguna manera , con contraposiciones simplistas como, la oveja o el lobo, el campo o la ciudad. Es evidente
que la causa del declive rural nada tiene que ver con estos temas, más bien la
conservación y la biodiversidad son un pilar fundamental en su supervivencia. Nadie
puede argumentar defender valores rurales o biológicos o medioambientales en general y a la vez ser
el causante de su destrucción.
En definitiva
tengamos claro que unos ciudadanos cumplen y respetan a sus congéneres y sus
bienes, privados o públicos , otros sin embargo son delincuentes. Que hay
personas que miran por el interés general y otros intentan justificar sus
conductas en intereses privados , que a ellos ni quieren , ni les corresponde
defender.
Reflexionemos,
entre el negro y el blanco, existe una gama de colores , si nos quitan el verde
no somos nada.
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